Claudia Sheinbaum, acaba de mandar un mensaje muy contundente: “Ningún diputado puede hacer negocios con el gobierno…eso se ve muy mal…vamos a tratar de legislar para desterrar esta vieja práctica…el legislador que quiera hacer negocios con el gobierno, que dé un paso al costado”. La Presidenta de la República, con lo que dijo en su “Conferencia Mañanera” liberó a un chingo de alcaldes quienes por años han sido “rehenes” de los legisladores, y aquí hablamos de hombres y mujeres que se han convertido en voraces “depredadores” de los sabrosos Presupuestos Municipales. Si los legisladores no entienden el mensaje de doña Claudia, los alcaldes que son “presionados” por esos diputados “carroñeros” deben de denunciarlos, primero, en la Fiscalía General de Justicia y luego públicamente, para ver si les da un poquito de vergüenza que no deben de andarse chingando el dinero del pueblo. Vaya un pleno reconocimiento para la Presidenta de la República quien acaba de “parar de paras” a los legisladores, entre ellos a los de MORENA-PT-PVEM. Los mexicanos tienen mucha PRESIDENTA con Claudia Sheinmbaum
Roberto Ramos Alor, diputado por el distrito electoral de Coatzacoalcos, ¿es una persona honesta?, ¡por supuesto que sí!. Jessica Ramírez Cisneros, diputada federal por el distrito electoral de Minatitlán, es un ser humano honesto, ¡claro que sí!. Magaly Armenta, diputada federal por el distrito electoral de Cosoleacaque, es una dama honesta, ¡por supuesto que sí!. Los diputados locales: Miguel Pintos Guillén, “Distrito Urbano”: Ingrid Calderón Domínguez, “Distrito Rural”; Naomi Santos, Distrito de Minatitlán y Esteban Bautista Hernández, Distrito de Cosoleacaque, todos, de acuerdo a lo que se sabe de ellos son personas 100% honestas y transparentes. Todos los legisladores de MORENA-4T que citamos líneas arriba se han caracterizado a lo largo de su vida por su honorabilidad, es decir, a nadie de ellos se le puede señalar de haber cometido un acto fuera de la ley que raye en los terrenos de la corrupción, además que nunca han sido “pedinches” para ser favorecidos por un gobierno, sea este federal, estatal o municipal. Del resto de los diputados federales y locales que hay en el estado de Veracruz no podemos “meter las manos al fuego” por ellos, ¿el motivo?, no los conocemos, no sabemos de qué “pie cojean”. ¡Señores!, hace algunos días, doña Claudia Sheinbaum Pardo, en su “Conferencia Mañanera” fue contundente en su pronunciamiento: “Ningún diputado puede hacer negocios con el gobierno…eso se ve muy mal…vamos a tratar de legislar para desterrar esta vieja práctica…el legislador que quiera hacer negocios con el gobierno, que de un “paso al costado” como diputado”. Lo expuesto por la Presidenta de la República, es una excelente noticia para todos los alcaldes de México, pero sobre todo para los Veracruz, ¿en qué sentido es esa buena noticia para los presidentes municipales?, pues que desde este sexenio, el de la señora Sheinbaum, no están obligados a darles contratos de obras a los diputados federales y diputados locales, quien lo haga será cómplice de la corrupción. Maravillosas fueron las palabras de doña Claudia, neta que sí. ¿Qué es lo que procede ahora?, algo muy sencillo, que todo aquel presidente municipal que se sienta “presionado” o “chantajeado” por sus legisladores de sus Distritos Electorales para que reciban una obra o que exijan prestar un servicio a los Ayuntamientos, pues los deben de mandar al carajo, es decir, a la chingada. Y si esos legisladores insisten en que quieren vivir como “príncipes” a costilla de los presupuestos de los gobiernos municipales, lo único que se tiene que hacer es denunciarlos, tanto públicamente como en la Fiscalía General de Justicia. Ya doña Claudia Sheinbaum mando el “mensaje” que los legisladores no pueden hacer “negocios” con el gobierno federal, estatal y municipal, quien lo haga estaría actuando al margen de la ley. Los “dichos” de la Presidenta de la República, hacen “libres” a los alcaldes, muchos de los cuales son “rehenes” de sus diputados federales y locales. Fin del comunicado. “Sobre los muertos las coronas”. (Artículo escrito por Federico Lagunes Peña).
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