El presidente de Estados Unidos presume de sus logros económicos y lanza una proclama en defensa de la democracia
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha pronunciado este martes el discurso del estado de la Unión que marca el ecuador de su mandato. El demócrata ha exhibido ante el Congreso los logros de su Administración, desde la gestión económica a su mensaje sobre la defensa de la democracia. Sin embargo, la aparición de un supuesto globo espía chino en los cielos estadounidenses no solo disparó las tensiones diplomáticas entre Washington y Pekín, sino que ha impactado en esta cita crucial. Biden ha hecho un llamamiento a la colaboración: “A mis amigos republicanos, si pudimos trabajar juntos en el último Congreso, no hay razón para que no podamos trabajar juntos en este nuevo Congreso.
El pueblo nos envió un mensaje claro. Luchar por luchar, el poder por el poder, el conflicto por el conflicto, no nos lleva a ninguna parte”. El presidente de Estados Unidos ha ofrecido a Ucrania todo el apoyo que necesite para defenderse de Rusia y ha lanzado un aviso a China: “No se equivoquen: como dejamos claro la semana pasada, si China amenaza nuestra soberanía, actuaremos para proteger a nuestro país”. El presidente ha cerrado su discurso con un llamamiento a la defensa de la democracia.
Biden culmina un mensaje destinado a unir al país
Joe Biden ha cerrado su discurso como lo comenzó, con un mensaje para tender puentes a los republicanos. A lo largo del que ha sido su segundo discurso del estado de la Unión, el presidente llamó una y otra vez a los opositores para trabajar juntos en una agenda que haga repuntar a Estados Unidos como líder mundial.
Con breves menciones a Ucrania y a China, el presidente demócrata dedicó el grueso de su mensaje a la política interior, donde abarcó un amplio abanico de temas. Comenzó con lo que dice que es un buen momento económico por la sólida creación de empleos; habló de la importancia del plan de infraestructuras y de la importancia de estimular el consumo interno.
Aunque la estrategia del discurso era evitar momentos de confrontación con los republicanos, estos fueron inevitables. Especialmente cuando Biden habló de los esfuerzos de su Gobierno por incrementar los recursos de la lucha contra el cambio climático y en el estira y afloja sobre el techo de deuda, que se ha convertido en un tema de polarización con la oposición.
Pero Biden, un político de 80 años, mostró vitalidad y energía a lo largo de los 90 minutos que duró la ceremonia. A pesar de que estuvo leyendo de una pantalla, el mandatario se permitió chistes que hicieron reír a ambos lados de los pasillos del Congreso. Evitó pifias como las que tuvo en su primera comparecencia.
También hubo momentos de confrontación. Algunos congresistas republicanos le gritaron "¡es tu culpa!", cuando Biden hablaba de la epidemia de muertes que ha provocado la crisis de opioides y de fentanilo. Los gritos lo sacaron de ritmo.
La noche en el Congreso tuvo emotivos momentos. En especial cuando Biden habló de la lucha contra el cáncer y de las víctimas de la epidemia de violencia armada y brutalidad policiaca. En el Congreso estuvieron como invitados los padres de Tyre Nichols, un negro asesinado por agentes en Memphis y Brandon Tsay, el joven de 26 años que desarmó al tirador de la matanza de Monterey Park. Biden llamó a prohibir las armas de asalto, una propuesta que recibió aplausos de parte del Congreso y el rechazo de los republicanos.
El presidente dedicó los últimos minutos a la defensa de la democracia tras el asalto al Capitolio y a cargar contra la "gran mentira" que algunos republicanos han empujado para manchar sin pruebas los procesos electorales. También reconoció a Paul Pelosi, el esposo de la exlíder de la mayoría demócrata, quien fue atacado con un martillo en su casa de San Francisco en una muestra de la polarización política que vive EE UU y que al que Biden quiere rebajar el tono.
La réplica: la 'guerra cultural' de Sarah Sanders
La réplica republicana a la intervención de Joe Biden ha servido también para recalcar la avanzada edad del mandatario (80 años). La encargada de responderle ha sido Sarah Sanders, recién elegida gobernadora de Arkansas, y a sus 40 años la más joven del país. La propia respuesta de Sanders llevaba implícita una apuesta por un recambio generacional en el liderazgo. Ultraconservadora, una de sus primeras medidas de gobierno en Arkansas fue prohibir el uso del término inclusivo latinx en los documentos de la Administración estatal. El resto de órdenes ejecutivas que rubricó el primer día de mandato fueron prohibir el uso de TikTok en los dispositivos del Gobierno estatal, y sobre todo revisar las políticas educativas que "adoctrinan a los estudiantes con ideologías" como la teoría crítica de la raza.
Con esas credenciales, no es de extrañar que en la réplica a Biden la emprendiera contra la supuesta debilidad del mandatario, a quien reprochó "su negativa a enfrentarse a China", y contra todo lo woke. “En la América de la izquierda radical, Washington te grava con impuestos y prende fuego al dinero que tanto te cuesta ganar, pero a ti te machacan con los altos precios de la gasolina, las estanterías vacías de los supermercados y a nuestros hijos les enseñan a odiarse los unos a los otros por su raza, pero no a amarse los unos a los otros ni a nuestro gran país", ha denunciado Sanders. "Y mientras vosotros cosecháis las consecuencias de sus fracasos, la Administración Biden parece más interesada en fantasías woke que en la dura realidad a la que los estadounidenses se enfrentan cada día. La mayoría de los estadounidenses simplemente quieren vivir sus vidas en libertad y paz, pero estamos siendo atacados en una guerra cultural de izquierdas que no empezamos y nunca quisimos luchar".
La gobernadora más joven de EE UU es vista por algunos correligionarios como una posible compañera de tique presidencial de Trump, pero ni uno ni otra se han pronunciado al respecto. Sanders tampoco ha apoyado a ningún candidato oficioso para las primarias republicanas, ni siquiera a su antiguo jefe. Sanders fue secretaria de prensa de la Casa Blanca durante parte del mandato de Trump.
Sanders hizo campaña el año pasado con la promesa de "una nueva generación de liderazgo" y mencionó el concepto "nueva generación" seis veces en su discurso de investidura el pasado 10 de enero. Su discurso de hoy ha retomado este tema, animando a los líderes más jóvenes a luchar por los ideales conservadores. "Ha llegado la hora de que asumamos el liderazgo", ha subrayado en su intervención, mediante un vídeo grabado de antemano.
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